El Conservatorio de Música de Cartagena se creó por acuerdo de 28-30 de marzo de 1925 de la Comisión Permanente del Ayuntamiento de Cartagena, siendo alcalde don Alfonso Torres. Su organización se encargó al poeta local don Miguel Pelayo Sánchez, al que nombraron director. La gestión con el violinista don Antonio Fernández Bordas, director del Real Conservatorio de Madrid, permitió que este proyecto pudiera hacerse realidad bajo lo dispuesto en la Real Orden de 16 de junio de 1905, sobre la concesión de validez académica oficial de las enseñanzas de Conservatorios de Música municipales y provinciales.
Además, se acordó dar inicio a la matrícula y las actividades docentes en los locales cedidos por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de la calle del Aire. Los exámenes correspondientes para ingreso y verificación de estudios se celebraron finalmente el 16 y 23 de marzo de 1928. La inauguración oficial y comienzo de las clases tuvo lugar el lunes 26, con la actuación musical del profesorado. La validez académica oficial de las enseñanzas que allí se comenzaron a impartir se consiguió a primeros de junio del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, tras obtener informe favorable por su “excelente organización”.
El 15 de noviembre se celebró en el palacio Consistorial un acto de agradecimiento con asistencia de las autoridades que habían apoyado la creación del centro (los Fernández Bordas y representantes municipales). Después de las intervenciones musicales y recitadas, así como de ejercicios de esgrima, el académico don Pedro Fontanilla Membrives dio lectura a su discurso sobre la música y su enseñanza en los conservatorios. Posteriormente, se celebró misa en el templo de la Virgen de la Caridad con la participación del coro de alumnos y del tenor don Manuel Maestre de San Juan.
En esta primera etapa del Conservatorio, ofrecieron reiteradas muestras de su valía profesional los profesores: don Jerónimo Oliver Arbiol, doña Matilde Palmer Mejía, don Francisco Aguilar Gómez, doña María Fernández Ortega, don Fernando Vázquez Cores, doña Estanisláa Martínez Fernández, doña Angelina Abril Fuentes o el violinista don Alfredo García Abad.
Poco después, el Decreto del 31 de marzo de 1933 concede validez académica a los estudios superiores realizados en nuestro Conservatorio durante esos años. Por contra, el nuevo Decreto de 15 de junio de 1942 del Ministerio de Educación Nacional, sobre organización de los Conservatorios de Música y Declamación, define al Conservatorio de Cartagena como centro subvencionado con validez académica sólo para las enseñanzas elementales de Piano y Violín. Las enseñanzas de Declamación quedaron fuera de las autorizadas para un Conservatorio de tal consideración. Como consecuencia, la asignación presupuestaria municipal se vio anulada por considerarla incompatible con las ayudas estatales. Por orden del 9 de octubre de 1943 se nombra al personal docente. Se añaden las profesoras auxiliares doña Emilia Cotorruelo Delgado, doña Amelia Gómez Martínez y doña Ana Pelayo Vallés.
A partir de 1958, el Conservatorio fue trasladado a la planta superior del edificio de la Escuela de Comercio en la plaza de España. Esta segunda etapa del Conservatorio se caracterizó por la precariedad de sus instalaciones y de los ya exiguos emolumentos al profesorado, por resultar insuficiente las subvenciones estatales. En el Decreto de 10 de septiembre de 1966 del Ministerio de Educación y Ciencia, sobre Reglamentación general de los Conservatorios de Música, se reconoce la falta de medios económicos suficientes para el sostenimiento de muchos centros que sólo recibían subvenciones del Estado, aunque no supusiera una carga económica para el mismo; y se establecen requisitos indispensables para garantizar que el centro tuviera solvencia económica y docente suficientes para validar académicamente sus enseñanzas.
Al comenzar la década de los setenta, bajo la dirección de don Antonio Lauret Navarro, la situación seguía siendo bastante adversa a pesar de la predisposición municipal para sostener este Centro de creación propia, siendo cada vez más demandadas las enseñanzas de música por un alumnado cada año más numeroso, que contemplaba la posibilidad de continuar con sus estudios de grado profesional en su ciudad en lugar de tener que desplazarse a otras.
Por Real Decreto de 12 de agosto de 1982, durante el mandato del alcalde don Enrique Escudero de Castro, se consigue que el Conservatorio dependa al fin totalmente del Estado. Fue el primer paso para el acondicionamiento de parte del edificio situado en la plaza del Par, con una plantilla más amplia de profesorado y el material didáctico adecuado para las enseñanzas musicales. Con lo cual, se inicia un nuevo itinerario en la historia del Conservatorio. El entonces director don Juan Lanzón Meléndez se ocupó de gestionar el espectacular crecimiento del Conservatorio en todos los aspectos. Por razones técnicas de pronóstico grave hubo que desalojar ese edificio en 1991, instalándose de manera provisional en dependencias del Instituto Ibn Arabí de Enseñanza Secundaria.
La situación se dilató hasta que el Ministerio de Educación y Ciencia construyó un nuevo pabellón para el Conservatorio en 1996, siendo directora doña María de los Ángeles Bres García. La nueva ley de Educación, la LOGSE de 3 de octubre de 1992, había dispuesto los estudios musicales entre las Enseñanzas de Régimen Especial, con todas las ventajas que ello suponía para integrarlas y revalorizarse en nuestro país. En nuestro Conservatorio se favoreció de modo especial la promoción de agrupaciones que nacieron al amparo de dicha legislación, como las asignaturas de Orquesta o Banda desde el primer momento. El diseño de la nueva construcción se adaptó a las necesidades exigidas para el desarrollo de estas actividades docentes. En el año 2000, en el 75 aniversario de la creación del Conservatorio, se inauguró por fin el nuevo centro, con la asistencia de autoridades políticas y educativas, siendo alcaldesa doña Pilar Barreiro Álvarez.
El nuevo impulso a las enseñanzas musicales abrió muchas posibilidades hasta ahora inalcanzables para un centro como el de Cartagena: la implantación y desarrollo de todas las especialidades de la plantilla de la orquesta sinfónica, que atrajo a mucho alumnado de toda la comarca; la integración de las enseñanzas con las obligatorias de educación secundaria en el Instituto (PHI); la colaboración con otras entidades, municipales o no; otras instituciones dentro y fuera de la región; así como la participación en la organización de cursos, certámenes artísticos y concursos.
El Conservatorio creció con nuevas especialidades, como Canto, y extendió sus enseñanzas a las especialidades del Flamenco, como la Guitarra o el Cante, que han supuesto una apertura y enriquecimiento pedagógico, musical y artístico. El profesorado y alumnado se han visto por tanto aumentados de manera extraordinaria. La calidad de las enseñanzas se ha visto reforzada con la participación del centro y de nuestro alumnado en la vida cultural de la ciudad.
En la actualidad, la profesora doña María José Castaño Murcia, asume la responsabilidad de dirigir un Centro Musical de primer orden, enfocado a abrir su oferta académica a otras disciplinas como la Guitarra Eléctrica o el Bajo Eléctrico; la apertura a los planes de cooperación educativa en el marco europeo (Erasmus +) o los planes de calidad que demanda una sociedad abierta y participativa.